ACTITUD DE LA
ENFERMERA ANTE LA FASE TERMINAL Y MUERTE DE UN NEONATO-2010
Autora. Mg. Enf. María Paulina Tello
Delgado
RESUMEN
Investigación
Cualitativa, método: Estudio de Caso; objetivos: analizar
la actitud de la enfermera ante la fase terminal y muerte de un
neonato; fundamentada en las teorías: del cuidar/ cuidado de Regina
Waldow (1998-2005), el Cuidado humano de Jean Watson, (1979) y Bermejo,
(1997). Los sujetos de estudio fueron enfermeras de los servicios de lactantes y
neonatología de un Hospital de Chiclayo-Perú; la recolección de datos se
hizo a través de la entrevista abierta a profundidad, validada con 5 enfermeras
que determinaron la claridad de las preguntas: ¿Cuál es su actitud frente a la
fase terminal y muerte de un neonato?, y, ¿Cómo actúa UD. ante los padres?,
además la observación no participante mediante el uso del cuaderno de campo. La
muestra constituida por 10 enfermeras, seleccionadas por saturación y
participación voluntaria previo consentimiento informado; datos tratados
mediante análisis temático. Se tomó en cuenta durante el estudio los
principios éticos y criterios de rigor científico. Resultados: cuatro
categorías y sub-categorías: Evocando primeras
vivencias y actitudes frente a la muerte de un neonato. Actitudes y
emociones ante la proximidad de muerte. Aceptando la muerte como la
trascendencia de todo ser humano. Actitud con los padres: preparándolos para el
momento crucial.
Consideraciones finales: la actitud
que muestra la enfermera ante la fase terminal y muerte depende de la
preparación de pregrado acerca de la temática, los años de experiencia
profesional, creencias religiosas; de ello se desprende la
importancia de mejorar la preparación de pregrado, así como la
continuación de la formación personal durante el desarrollo profesional para
reafirmar el propósito de respeto a la dignidad humana y a la
singularidad del ser cuidado hasta el final de su vida, dentro de una
verdadera relación humana.
Palabras Clave: actitud, enfermera, cuidado del neonato en fase
terminal y muerte.
INTRODUCCIÓN
Atender a un neonato moribundo exige un
gran esfuerzo emocional por parte de la enfermera, y familiares. El RN no
pueden expresar sus sentimientos, miedos, temores, angustia, pero, sí, siente
la misma necesidad de afecto, de apoyo emocional, de una presencia amorosa que
le ayude a enfrentar el trance como cualquier otro ser humano. Un neonato en
fase Terminal o muerte es una persona necesitada de
acompañamiento humano, por lo tanto no debe ser abandonado a su soledad1.
La
fase terminal o el hecho impactante de la muerte de un neonato, es el momento
más crucial para los padres, y aquí la importancia trascendental de la actitud
de la enfermera ya que es la llamada a potenciar la cercanía, la
cordialidad y la ternura, es la que debe crear pautas humanizantes: como una
palabra reconfortante, un gesto acogedor, tanto para los padres como para el enfermo, de esta manera favorecer las potencialidades de la persona, mantener y mejorar la condición humana en el proceso de vivir y morir dignamente2.
Sin embargo, existen condiciones, factores o circunstancias que hacen que la enfermera en algunos momentos pareciera distante del cuidado humano; se escuchan muchas veces comentarios de padres o familiares de personas moribundas, que algunas enfermeras asumen y desarrollan actividades sólo mecanicistas, otras se limitan solo al cumplimiento del tratamiento médico, a veces se muestran en aparente indiferencia, adoptan una actitud apresurada, incoherente entre el lenguaje verbal y no verbal, hasta duras, distantes y frías.
Al respecto Watson manifiesta que ante “la deshumanización en el cuidado a causa de la reestructuración administrativa en la mayoría de los sistemas de cuidado de salud en el mundo, es necesario rescatar el aspecto humano, espiritual y tras- personal en la práctica clínica, administrativa, investigativa y educativa por parte de los profesionales de enfermería”. Ante tal situación surgieron las siguientes interrogantes: ¿Cuál es la actitud de la enfermera frente a la fase terminal y muerte de un neonato? y, ¿Cómo actúa ante los padres?, para lo cual se planteó el siguiente objetivo: interpretar la actitud de la enfermera ante la fase terminal y muerte de un neonato, y la actitud ante los padres.
La finalidad de este estudio es contribuir a la reflexión y el análisis de una verdadera relación interpersonal humanizada, así mismo servirá como punto de partida para otras investigaciones y como referencia bibliográfica para la docencia.
OBJETIVOS.
Analizar la actitud de la enfermera ante la fase terminal y muerte de un neonato.
REFERENCIAL TEÓRICO CONCEPTUAL.
El desarrollo de este trabajo, tomó como referencia a los estudios de: Maritza Maza. Cabrera, Mercedes Zavala Gutiérrez, José M. Merino escobar3; “Actitud del profesional de Enfermería ante la muerte de Pacientes”, Hospitales Guillermo Grant Benavente de concepción y las Higueras de Talcahuano; 2008.
Los resultados principales muestran que la edad, la preparación de pregrado acerca de la temática, la edad de su primer contacto a la muerte y los años de experiencia profesional influyen significativamente en la actitud del profesional de enfermería ante la muerte de los pacientes. Esto permitió crear un modelo estadístico óptimo de factores predictores de la actitud del profesional de enfermería ante la muerte de los pacientes. Se concluye que es muy importante que exista un espacio físico adecuado en los hospitales para la atención del paciente moribundo, así como también estancias de apoyo psico emocional para los profesionales que enfrentan frecuentemente la muerte pacientes. También es de relevancia mejorar la preparación de pregrado y durante el desarrollo profesional para reafirmar una actitud positiva que refleje una mejor atención y que disminuya temores y ansiedad de las personas.
Colell, Limonero y Dolores. Actitudes y emociones de estudiantes de enfermería ante la muerte y la enfermedad terminal, México, 2003 , tuvo como objeto de estudio conocer las actitudes de los futuros profesionales de enfermería ante la muerte propia o ajena, y la atención al enfermo en situación terminal. Un estudio descriptivo, que tuvo como resultados que el ejercicio profesional de enfermería implica en muchos casos, el afrontar situaciones altamente impactantes relacionadas con la enfermedad y la muerte, se sugiere una formación específica en cuidados paliativos para aquellos futuros profesionales que ejercerán su labor con enfermos avanzados o en fase final de la vida, en la que aspectos psicológico-emocionales cobran especial relevancia.
Blanca K. Loayza E, A. Zapata. “Cuidado para la Vida de Espaldas a la muerte: de una Formación intervencionista hacia una propuesta teórica para el cuidar/ Cuidado de la persona en fase terminal y Muerte”, Perú, 2003. investigación de tipo cualitativo, método estudio de caso, el objetivo fue caracterizar y comprender la formación del estudiante de enfermería de la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo (UNPRG), para el cuidar/cuidado de la persona en fase terminal y muerte.. Resultados 9 categorías: Reconociendo que el cuidado a la persona en fase terminal y muerte no se tiene programado como contenido específico, evidenciando teóricos recibidos en los cursos de enfermería Básica II y enfermería del Adulto y Anciano I Y II, Reconociendo formas de generación de aprendizaje, Realizando un auto-análisis: Las alumnas, viviendo el cuidado de la persona en fase terminal y muerte con dificultad, utilizando mecanismos de defensa, sintiéndose preocupada para brindar atención a la persona en fase terminal y muerte y proponiendo una alternativa de solución.
Esta investigación, se sustentó en las teorías del cuidado Humano de Jean Watson; Humanizar la salud de Bermejo, y el cuidar/cuidado de Waldow, Considerando “el cuidado no como una actividad o tarea realizada en el sentido de tratar una herida, aliviar el disconfort y ayudar en una cura o aliviar una dolencia, sino que es procura ir más allá, intentando captar un sentido más amplio: el cuidado como una forma de expresión de relación con el otro ser y con el mundo” 5; tanto en el proceso de vivir, como en la fase terminal o muerte, considerando siempre hasta el final la condición humana ,6,7.
En la fase terminal , el cuidado debe estar centrado en la calidad de vida de aquellos niños que tienen una cantidad mínima de vida por delante, basado en el respeto a la dignidad, por tanto el objetivo será mantener el bienestar físico, aliviar en el sentido más amplio de la palabra y dar soporte familiar7,8.
La muerte es una cuestión difícilmente aceptada; cuando una persona se convierte en enfermo terminal, quienes lo rodean adquieren conciencia de la condición mortal del ser humano, es un momento crucial de gran necesidad de la presencia amorosa tanto para el paciente como para la familia7, 8,9.
Hay que evidenciar también que el cuidado se muestra desde el primer encuentro con la persona que necesita ayuda, a través del contacto físico, la mirada, el saludo, dar la mano, permitiendo que la persona descubra su sentir, comodidad y agrado.
La experiencia a la muerte y su interpretación individual está sujeta a muchos factores y puede variar según diferentes circunstancias dentro de la vida de una persona. La enfermera debe aprender muchos valores, creencias, entornos y actitudes frente a la muerte para poder afrontar la situación10, 11,18.
METODOLOGÍA.
La presente investigación es de tipo Cualitativo con abordaje estudio de Caso19; Se eligió este tipo de investigación porque se trata de entender y analizar las actitudes de las enfermeras frente a la fase terminal y muerte de un neonato, y la actitud antes los padres; experiencias humanas complejas, que fueron interpretadas en el contexto, permitiendo descubrir, retratar la realidad de una manera profunda para dar paso a generalizaciones20, 21, (Stake), procurando representar los diferentes y a veces conflictivos puntos de vista” de las enfermeras. Este método también ofrece técnicas especializadas para obtener respuestas a profundidad22, 23,25
Como escenario del desarrollo de este trabajo fue el Hospital Regional Docente las Mercedes de Chiclayo, hospital referencial de toda la región nor-oriental del Perú, pertenece al MINSA, atiende a más del 80% de la población que no cuenta con ningún tipo de seguro médico o acceso a servicios seguridad social. Es decir población de bajos recursos económicos y en su mayoría de extrema pobreza.
El estudio fue desarrollado en tres fases, para ello se tomó en cuenta a Nisbet 22.
1ª. Fase abierta o exploratoria, en ésta se dieron los pasos iniciales para el estudio: revisión bibliográfica, búsqueda de antecedentes en base de datos para estructurar el marco teórico de respaldo científico, la elaboración del instrumento de recolección de datos; así mismo se establecieron los contactos para entrar en el campo hospitalario tales como el permiso del director de la institución, enfermera jefe del Departamento de enfermería enfermera jefe de servicio, luego localizar a las enfermeras informantes del servicio de neonatología y del servicio de lactantes y solicitar su colaboración previo consentimiento informado, especificar y aclarar preguntas o puntos críticos24 . También en esta fase se validó el instrumento, entrevistando a cinco enfermeras las que determinaron la claridad de las preguntas.
2ª. Fase de delimitación del estudio. Una vez identificados los elementos claves, y delimitado el problema a estudiar, se procedió a la recolección sistemática de los datos, para ello se aplicó una entrevista abierta a profundidad, formulando dos preguntas ¿Cuál es su actitud frente a la fase terminal y muerte de un neonato? y, ¿Cómo actúa UD. ante a los padres?, según las respuestas de las enfermeras, el entrevistador (a) iba dirigiendo la entrevista hacia el objetivo. Así mismo se utilizó la observación no participante, registrando el observador en un cuaderno de campo elementos relevantes que complementen el estudio de una manera neutral.
La población estuvo constituida por 20 enfermeras que laboran entre el servicio de neonatología y de lactantes, en éste último son admitidos neonatos referidos de otros establecimientos de salud a partir de las 72 horas vida, por tal razón se incluyó en el estudio enfermeras de este servicio.
La muestra se logró saturar con 10 enfermeras, las que fueron entrevistadas en tres oportunidades durante 30 minutos cada una, previa coordinación se determinó el lugar de encuentro en el local del sindicato de enfermeras; la tercera entrevista fue para hacerles conocer y ratificar o rectificar sus manifestaciones vertidas en las primeras entrevistas de tal manera que no haya ninguna duda o confusión.
Para que las enfermeras no se cohíban en sus manifestaciones y no haya sesgos relevantes que distorsionen los resultados debido a que la investigadora es parte del equipo de enfermeras de neonatología, se solicitó la colaboración de estudiantes del 5to ciclo de la escuela de enfermería de la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo, (investigadora es docente) para la aplicación de las entrevistas, siendo grabadas en cintas magnetofónicas para mejor constancia.
Cada entrevista tuvo tres partes, la primera: introducción, breve explicación y objetivos del estudio, la segunda algunos datos generales: identificación con un seudónimo, edad, tiempo de servicio en la institución, tiempo de servicio en neonatología o en Lactantes, y la tercera las preguntas específicas dirigidas a dilucidar el objeto de estudio.
3ª Fase de Análisis sistemático y elaboración del Informe.
Durante este proceso se siguieron los siguientes pasos:
Pre-análisis, una vez recolectada la información, se procedió a transcribir los relatos de las enfermeras de manera fidedigna, o sea tal como fueron manifestados (lenguaje Emic). En este momento la investigadora se familiarizó con los datos mediante la lectura y relectura de cada discurso.
Luego vino la Codificación, que es el resultado de un análisis crítico reflexivo para transformar y reconceptualizar los datos (Wolcott) Lenguaje etic); consistente en realizar una transformación de los “datos brutos” (el material original) a los “datos útiles”. Las operaciones implicadas en esta etapa son la fragmentación del texto, es decir, el establecimiento de unidades de registro, y la catalogación de elementos.
Finalmente se obtuvo la categorización, que es la organización y clasificación de las unidades obtenidas en base a criterios de diferenciación, en este momento se realizó la Interpretación de los datos ofreciendo particular versión de lo que ha pasado, se centró en la comprensión de los mismos y su explicación13, este análisis es de contenido temático Vitore, y semántico, en el se agruparon las unidades siguiendo un criterio de analogía o similitud en su significado.
Durante todo el proceso de la investigación se tuvieron en cuenta, los principios éticos, en primer término el consentimiento informado14; Principio de Beneficencia, No maleficencia, respeto a la Dignidad Humana, Derecho del sujeto a la autodeterminación15; así como los criterios de rigor científico:
Cientificidad16, son utilizados para evaluar la calidad científica de un estudio cualitativo. Credibilidad, Confirmabilidad: Transferibilidad o Aplicabilidad.
Resultados
En este inciso se da a conocer los resultados obtenidos en la investigación a través de categorías y subcategorías, así tenemos:
. Categorías
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Subcategorías.
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1. Evocando primeras vivencias y actitudes frente a la muerte de un neonato.
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1.1. Sin saber que hacer
1.2. Impacto emocional.
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2- Actitudes y emociones ante la proximidad de muerte.
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2.1.Vivenciando Profunda tristeza e
Impotencia ante el fracaso de no
poder hacer nada frente a la
Muerte.
2.2. Vivenciado miedo y temor.
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3. Respuestas adaptativas ante la
Proximidad de la muerte:: experiencia propia del aprendizaje.
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3.1. Aceptando la muerte como la
3.2. Trascendencia de todo ser humano.
3.3. Actitud de Resignación.
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4. Actitud con los padres del neonato en fase terminal y muerte: preparándolos para el momento crucial.
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4.1. Vivenciando tranquilidad
Para ofrecer apoyo.
4.2. Demostrando dominio de sí mismo para fortalecer a los padres.
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Análisis y Discusión
1ª. Categoría: Evocando las primeras vivencias frente a la muerte de un
Neonato.
1.1. Sub categoría:“ sin saber que hacer”
No se puede negar el impacto que tiene la muerte de un ser querido; sin embargo, cuando se trata de una muerte peri natal o neonatal, se tiende a infravalorar e incluso negar el proceso de duelo ligado a dichas muertes. Muchas veces esto es debido a una falta de formación, conocimiento y recursos, que hace que en ocasiones la enfermera tienda a mostrarse fría o distante; esa actitud conlleva a más dificultades para los padres. Los gestos y palabras de los profesionales que intervienen en ese momento tan doloroso pueden ser recordados incluso años después y tienen un impacto muy grande en los padres y su entorno, por lo que resulta necesario saber qué decir o hacer para favorecer un duelo no patológico.
La muerte es una cuestión difícilmente aceptada; cuando una persona se convierte en enfermo terminal, quienes lo rodean adquieren conciencia de la condición mortal del ser humano.
Cuando se habla de la actitud de la enfermera frente a la muerte de un bebé nos referimos a una parte de la experiencia vivida en el tiempo, la que se manifiesta en el estado anímico16, 17.; al respecto, Morce18, define a la vivencia como “experiencia vivida”, es decir algo que experimenta la persona que la vive, se trata de algo subjetivo, interior que cursa a nivel personal y en que el protagonista es el propio individuo que recibe esta transferencia interna.
La vivencia es el hecho de la experiencia que con participación consciente e inconsciente se incorpora a la personalidad, es decir es una realidad absoluta a lo que real y verdaderamente estamos experimentando en un momento preciso y que se va a manifestar por las principales experiencias afectivas, es decir por sentimientos, emociones, reacciones. Morse, también afirma, que toda vivencia deja una huella interna y es el impacto de esa experiencia incrustada en el desarrollo biográfico de cada persona. Según la intensidad y duración de la vivencia, esta puede ser decisiva en el curso posterior de la historia vital de cada persona.
La enfermera como toda persona única y capaz de expresar sus sentimientos, emociones, reacciones y vivencias responde con diferentes comportamientos ante la fase terminal y muerte de un RN, lo que depende de su experiencia, de
su historia personal, de hechos y episodios enfrentados a lo largo de su
vida. De igual modo la vivencia de
muerte de cada persona será distinta de la otra19.
Como podemos
apreciar en los siguientes relatos:
“..Me impactó
mucho, era la primera vez que vi morir a un bebé; sus padres se pusieron
a llorar desconsoladamente, especialmente la madre, se aferraba a la
incubadora, y yo ahí parada sin saber que hacer o decirles…las piernas me
temblaban, parecía que estaba pegada al piso, no sé cuánto tiempo estuve así,
luego reaccioné y solo atiné a tocar a la madre sobre el hombro y salir
de la
unidad”
Sagitario
2
“...La primera vez
que murió un niño en mi turno, tenía mes y medio de trabajo en la
institución, me afectó muchísimo, sentí mucho miedo, me parecía que los padres
y familiares, los que se encontraban fuera de la unidad me culparían del deceso
del bebé, temblaba, traspiraban mis manos, no sabía como enfrentarlos, ni
que decirles opté por llorar encerrándome en el baño, no quería salir de ahí;
estuve como una semana intranquila, ahora que ha pasado cuatro años desde
entonces, y son muchos los niños que he visto morir, veo la muerte de
diferente manera, con más naturalidad; domino mis emociones, ya no lloriqueo,
ni me asusto, más por el contrario permanezco junto a los padres hasta el final
apoyándolos emocionalmente”.
Géminis.
“…..La primera vez
que tuve que presenciar esta escena fue impactante, lloré, no supe que
decir, me preguntaban, me hablaban y solo lloraba, a pesar de ser soltera, en
ese momento me puse en el lugar de la madre….”
Capricornio
1.2. Sub-categoría:
impacto emocional
Comas
(1992), define el impacto emocional como: Una serie de respuestas
fisiológicas, cognitivas y conductuales más o menos intensas y cambiantes que
la persona puede manifestar delante de la percepción de la muerte inminente, y
los problemas que ocasiona esta situación como resultado de apreciarla como
amenazante y también desbordante de los propios recursos.
Es así como las
enfermeras narran esta vivencia ante la muerte como un gran impacto emocional
ante una situación muchas veces inesperada; estar al cuidado de un niño
significa brindarle cariño, apoyo, sonriéndole, conversar con él y de pronto
enfrentar su muerte como se da en muertes súbitas resulta una situación
impactante, traumática, ante este hecho lamentable el organismo de la persona
cuidadora reacciona rápidamente manifestando sensaciones intensas y cambiantes.
2ª.
Categoría: Actitudes y emociones ante la proximidad de muerte de un neonato
En cada discurso
de las informantes se puede valorar el impacto que tiene la muerte en
ellas, esto depende también de la formación que se recibe en el pre grado. Es
necesario vincular conocimientos de otras ciencias a la Enfermería para
materializar su objeto de estudio de manera holística, pues la calidad en la
formación de este profesional no depende exclusivamente de los conocimientos,
habilidades intelectuales y hábitos profesionales contemplados en el currículo
universitario, sino también de sus motivaciones, de los intereses personales y
colectivos, así como el sistema de valores que regulan su ética profesional,
pues no se puede desligar la buena praxis del cuidar de los valores. Al
respecto Bermejo: “dice a las enfermeras, es necesario conocer y
estar entrenadas en habilidades y destrezas para reaccionar adecuadamente ante
las dificultades del enfermo y de su familia”; de lo que se desprende que el
cuidado de enfermería no puede reducirse solo a habilidades técnicas si
no que es muy importante desde el proceso de formación percibir la
espiritualidad, la ética, la sensibilidad y el carácter; Huberman, citado por
Flores en “La adquisición de conocimientos, actitudes y conductas frecuentes
asociados al campo profesional”. Cuidar la vida y procurar el alivio de la
enfermedad es lo que se enseña en la formación profesional, pero la muerte se
ve como un “fracaso”, siendo esta experiencia donde se comprueba que prepararse
para la muerte hace parte del cuidado. Como se evidencia en los siguientes
discursos:
Cuando me
encuentro ante un bebé en fase terminal, hago pasar a los padres
para que permanezcan acompañando a su hijo en sus últimos momentos… esto
no hacemos todas… hay personal que se incomodan por que los familiares o los padres
los tildan de “malas…” quieren entrar todos a la unidad, lo cual es imposible
por ser un área restringida… somos tan complejos los seres humanos, y las
enfermeras no estamos e exceptúas…Aceptar el trance de la muerte es difícil,
demanda preparación especial desde la universidad, lamentablemente este
tema se toca muy superficial, no se le da la debida importancia…”
Libra.
“….para
enfrentarse a la fase terminal o muerte de una persona sea niño
o adulto la enfermera debe estar preparada de tal manera que se
sienta que se controla la situación… eso es lo que comprendo ahora, porque
durante mi vida profesional he visto morir a muchos bebés…. este hecho
impacta; en muchas ocasiones me encariñé con algún bebé, a veces
con el más desvalido…cuando este muere se entra en duelo aunque no lo creas…,
también se experimenta emociones fuertes, las que con la experiencia de muchos
años de vida profesional se aprenden a controlar.
Písis
“Cuando cuido
a un niño grave, o moribundo, siento una sensación de desaliento, de desazón
porque sé que haga lo que haga de todas manera se perderá esa vida..
Siento pena por los padres, se ven madres puérperas, enfermas, venidas de
zonas alejadas del país, se quedan afuera en la intemperie, con las
piernas edematosas, desalineadas, llorosas, pero que quisieran cambiar sus
vidas por la de sus hijos agonizantes, suplican que los salven…preguntan una y
otra vez por la salud de sus bebés a todo el personal de salud que pasan junto
a ellas, como esperando en alguno de ellos una respuesta diferente a la cruda
realidad… ante esta situación afloran sentimientos, y emociones difíciles
de explicar...”
Aries.
2.2.
Sub-categoría: Vivenciando
profunda tristeza e impotencia ante el fracaso de no poder hacer nada
frente a la muerte.
Enfrentar la muerte es un proceso, la persona puede
experimentar intensas emociones muy distintas unas de otras, en ello
juega un papel importante la experiencia vivida, de ahí que unas
personas enfrentaran con mayor madurez que otras las situaciones
desagradables e impactantes.
En los
relatos anteriores se evidencia como respondieron las enfermeras jóvenes
que por primera vez presenciaron la muerte de un RN. Reconocen a la tristeza
como primera vivencia, la que se define como un sentimiento, una de
las muchas emociones humanas normales, o estados de ánimo que tenemos todos. La
tristeza es la emoción que sentimos cuando hemos perdido algo importante,
cuando nos ha decepcionado algo o cuando ha ocurrido alguna desgracia que nos afecta
a nosotros o a otra persona.
Al respecto Marshall,
dice que la tristeza es una emoción que surge de las experiencias de
separación, fracaso, o la pérdida de un ser amado, etc. en este caso de
estudio la tristeza afloró en las enfermeras ante el fracaso de no poder
hacer nada frente a la muerte de un neonato. Como lo manifiestan en los
siguientes discursos:
“… nunca lo había
sentido así, me dio mucha tristeza, de verdad, es algo que no puedo
explicar lo que se siente al ver morir a un niñito, yo lo recibí en
estado crítico, no pensé que iba a morir por que vivió 2 días, murió en
mi guardia, era la primera vez que se me moría un niño, pensé en la
madre, ahora como decirle que su niño ya no está, sentí como
si me pasara corriente de la cabeza a los pies ….” (Mueve constantemente la
cabeza en señal de negación, se coge el rostro entre sus manos
como si no quisiera recordar la vivencia)
Sagitario
“…..dentro de mí pensaba cuan triste es esa faceta para
los padres perder a su primer hijo que esperaban con ilusión… vi por primera
vez como la vida de ese angelito iba apagándose poquito a poco, sus
signos vitales iban disminuyendo hasta desaparecer, finalmente la muerte, que
impotencia no poder hacer nada, luego el llanto desesperado de la madre no supe
que hacer, fui al baño con los ojos lleno de lágrimas que terrible...me embargó
una profunda tristeza”
Libra
“…cuando estaba a
cargo del servicio de neonatología, tenía a un pequeñito de 700 gramos, estaba
séptico y murió,…me vino a la mente la imagen de mi hermanita que recién
había nacido prematura… me impactó terriblemente, toda la tarde estuve muy
triste, y cuando llegué a casa lloré desconsoladamente contándole a mi
madre lo sucedido.”, me sentí desanimada, preocupada, intranquila,
fastidiada, hasta me pareció haber fracasado como profesional….”
Piscis
Las enfermeras se encuentran en mayor contacto con las personas a su
cuidado, y más aún si son niños en estado crítico, trata en lo posible de dar
lo mejor de sí mismas, brindando cuidados y satisfaciendo la necesidad
hasta el final de sus días, pero cuando la situación escapa, quedan
sentimientos de impotencia, pareciera que no se hizo bien las cosas
o que no fueron suficientes los cuidados brindados10. A veces suele
aparecer sentimientos de culpa ante una situación frustrante, de hecho
irremediable, como se evidencia en los siguientes discursos:
“…..tengo sentimientos de impotencia ante la muerte, no poder hacer nada
frustra, todos los recursos se agotan, ya no queda más que hacer, tampoco
es bueno empecinarse, ver que el niño poco a poco va perdiendo el estado
de conciencia…sinceramente es doloroso, por otro lado ver a la madre suplicando
que hagan algo por su hijo…te quiebra”
Cáncer
“…cuando me
enfrento a la muerte, todas mis emociones en ese momento son internas, me
siento impotente, hasta culpable algunas veces al no poder hacer nada por
salvar la vida de un pequeñito indefenso...me pongo nerviosa,…”, entrelaza los
dedos de ambas manos y los apoya sobre sus regazo, se queda pensativa con
la mirada fija hacia la ventana, finalmente nos despide cortésmente, tiene que
regresar a sus servicio a continuar con su trabajo.
Libra
“…..que sensación
de impotencia me embarga, frente a una vida que se va y ya no se puede hacer
nada, sentir que no se puede hacer más por él, duele…te aseguro que
nadie puede acercase a un bebé para cuidarlo, atenderlo sin sentir apego,
cariño…”, inclina la cabeza, y calla, luego exhala un suspiro profundo, como
señal de pena, o tristeza.
Acuario
“…..impotencia al
no poder salvarle la vida, un niño que no pudo crecer, que no pudo ver esta
vida.. Solo queda preparar a los padres… A veces esta relación de ayuda, no se
hace con la trascendencia debida…creo que es por miedo, la verdad
nadie está preparado para enfrentar la muerte…”
Aries
De hecho es la enfermera la que mantiene
más contacto con el neonato y la que atiende sus necesidades (UCIN); por este
hecho es frecuente que sienta cierto apego hacía los bebés a su cuidado.
4.3. Sub-categoría:
Vivenciado miedo y temor.
La muerte genera un conjunto de actitudes y emociones siendo el miedo y el
temor las respuestas más comunes. Este puede ser un momento que puede generar en
sí emociones y sentimientos muy difíciles de contener que pasan a
ser parte de las experiencias personales según el grado en que son
experimentadas.
El
proceso de morir es un período propicio para experimentar intensas emociones
que ponen en evidencia la fragilidad y la limitación de la vida humana. Todos
las personas estamos expuestos a experimentar diversos sucesos y
acontecimientos a lo largo de nuestra vida que nos pueden causar en un cierto
modo miedo y temor; siempre y cuando la situación que hemos enfrentado
nos ha causado gran impactó y se ha mostrado de forma inesperada. Marshall,
dice” el temor surge como una interpretación que la persona percibe de una
situación potencialmente peligrosa y amenazante”. Del mismo modo Neimeyer,
señala que el miedo se considera como específico y consciente, lo que
experimentamos cuando podemos localizar y describir la fuente de nuestras
preocupaciones, así lo evidencian los siguientes relatos:
“cuando por
primera vez presencié la muerte de un niño, tuve miedo, temor, al no poder
hacer nada, veía que el niño poco a poco iba perdiendo el estado de
conciencia…sentí miedo porque no sabía cómo explicar a los padres, no sabía cuál
sería la reacción…la tía me dijo que la madre no sabía el estado
del niño, cuando lo trajeron de sala de parto le dijeron que solo lo llevaban a
neonatología por un pequeño problema, pero el niño vino muy grave, era un
asfixiado severo, se le hizo de todo lo humanamente posible pero falleció a las
4 horas.”
Cáncer
“....tuve miedo, temor cuando vi al niño dentro de
la incubadora, conectado al ventilador, casi sin aliento, de pronto abre los
ojos y se queda con su mirada fija hacia mí, poco a poco la vida se le
fue, yo sin nada más que hacer por él”…..; juguetea con las manos, se frota los
ojos, se torna el rostro rubicundo como si estuviera viviendo aún ese
momento (es muy joven , con apenas unos meses como profesional); aún
no puedo controlar mis emociones, sufro mucho cuando estoy frente a un niño
agónico…así, es poco la ayuda que puedo prestar a los padres , no, sé
que decirles; durante mi formación universitaria, no nos prepararon
para enfrentarse a la muerte de un paciente, el tema es
tocado superficialmente, además como estudiantes tampoco le damos
importancia, pero cuando estamos frente a la realidad es otra
cosa…”
Tauro
La muerte es una
cuestión difícilmente aceptada por la persona moribunda, por los familiares,
los amigos y el personal sanitario. Cuando una persona se convierte en enfermo
terminal, quienes lo rodean adquieren conciencia de la condición mortal del ser
humano, con frecuencia afloran sentimientos de culpa, cólera y miedo, los que
pueden hacer que los miembros de la familia y el personal sanitario entre ellos
la enfermera se alejen del niño moribundo en un momento en que éste necesita
amor, tranquilidad y apoyo,16,17, Tomás-
Sábado y Guix, al padecer la ansiedad, la intranquilidad, el estrés
e inseguridad, hacen tener actitud de rechazo y de huida; estas actitudes se
ven a menudo en las enfermeras, situación que dificulta un cuidado humano. Lo
mencionado se puede confirmar con el siguiente discurso:
“No me gusta
ver morir a una persona, menos a un niño, sufro, siento como si fuera mi hijo,
es estresante, inquietante, hasta cierto punto doloroso…; lo que hago en ese
momento es brindarle medidas de soporte biológico: oxígeno, calor, una posición
cómoda, administro el tratamiento, llamo a los padres o familiares presentes le
permito verlo un momento, contesto sus preguntas y me alejo, me siento
impotente, rabiosa internamente… Además debo cuidar a otros bebés,
lamentablemente es duro pero no se puede hacer más, solo esperar el
final, que a veces se prolonga por varios días”.
Atender a un
neonato moribundo exige un gran esfuerzo emocional por parte de la enfermera,
sobre todo de los padres y familiares, este acontecimiento es una
experiencia dolorosa, pero al mismo tiempo puede ser valiosa, y creciente
para la enfermera, porque le permite manejar el miedo a la muerte, y los
sentimientos de dolor ante el fallecimiento del neonato. Es decir frente
a este trance natural, la enfermera demostrará mayor control de los propios
sentimientos con el continuo.
Como lo manifiesta
en el siguiente discurso:
…ahora veo la
muerte de diferente manera, con más naturalidad; domino mis emociones, ya no
lloriqueo, ni me asusto, más por el contrario permanezco junto los padres hasta
el final apoyándolos emocionalmente… Los años nos hace madurar…”.
Tauro
…” Lo importante durante
este proceso es tener en cuenta el control del dolor y atender las necesidades
físicas del ser cuidado o persona moribunda, así como de los padres o
familiares acompañantes…la enfermera debe comprender que cada persona
ante estas circunstancias habrá diversas reacciones, es el caso de los padres,
unos lloran en silencio, otros maldicen y nos echan la culpa , o
ellos se sienten culpables… yo al inicio de mi carrera me molestaba cuando los
padres reaccionaban agresivamente, hacía juicios precipitados, no les dejaba
hablar, los hacía salir de la unidad… ahora mi respuesta es diferente, respeto
y facilito la expresión de sus emociones”
Virgo
3. Categoría:
Respuestas adaptativas ante la proximidad de la muerte
Como experiencia propia del aprendizaje.
La
experiencia vivida ante el proceso de la muerte, sobre todo el ser humano, no
es una experiencia estática, automática vivida de golpe y que existe de una vez
y para siempre. Es un proceso en el cual se pasa por varias etapas, y cada una
se vivirá a su manera de acuerdo a las características propias de la
persona.
3.4. Sub
categoría: Aceptando la muerte como la trascendencia de todo ser humano.
“….Ahora tomo las
cosas con más tranquilidad por la misma experiencia que uno tiene con el paso
de los años, con más resignación que cuando estaba más joven, antes sentía
rabia, impotencia ante la muerte de un pequeñito ahora lo tomo con más
tranquilidad, con calma, es decir domino mis sentimientos, pero en mi
interior sufro por la madre; le hago compañía en silencio, serena; a veces esta
actitud los demás lo interpretan como indiferencia pero no es así, uno ve
las cosas desde otro punto de vista…, con más madurez acepto a la muerte como
la trascendencia de todo ser humano.
Tauro
3.5. Subcategoría:
Actitud de Resignación
Según
el programa de Neurolingüística, afirma, que en la mayoría de estudios sobre el duelo la
persona afectada debe atravesar por cuatro o cinco etapas para resolverlo. En
general la mayoría incluyen el período de la negación, ira, resignación y por
último la aceptación. Arias nos dice que el luto tiene etapas muy marcadas empezando
por la negación seguido de la desorganización, el enojo, culpa, soledad y por
último el alivio, sin embargo, Roccatagliata, nombra otras etapas como son:
choque o impacto, esconder el dolor, el de huida o escape, cólera y rabia y
finalmente la aceptación que se traduce en resignación.
Ante ello se
muestran los hechos que son corroborados por los siguientes relatos:
“….Durante
este tiempo, te soy sincera, he tenido casos similares de niños muy graves unos
han salido adelante, otros se han perdido…, uno con la misma experiencia trata
de brindarle todos los cuidados que necesita,…pero cuando ya no se puede hacer
más nada, acepto la muerte con resignación, y lo que uno hace es brindar
apoyo a los padres, prepararlos cuando el estado de su niño es muy grave
y se ve venir eminentemente la muerte...converso con ellos, pregunto
sobre su fe religiosa y abogo por el bautizo del bebé y en todo momento
los aliento para que acompañen al niño, por lo menos en mi turno, porque no
todas actuamos igual, algunas nos creemos dueñas dela UCIN y del cuidado
del niño por eso no consideramos el acompañamiento de los padres al niño
moribundo”.
Virgo
“…Bueno yo como
profesional, al ver por primera vez a este recién nacido me sentí muy triste a
pesar de que se realizó todas las maniobras por salvar al niño no se pudo, en
ese momento te pones en lugar de madre….. ahora acepto las cosas con más
resignación, no indiferencia, pero ya el tiempo y el número de casos que ves te
hace que acepte las cosas con calma…y tal como son, no queda de otra ante lo
irremediable.”.
Libra
“….A veces parece
que se toma todo este proceso de muerte con un poco de indiferencia
pero no es así, uno ve las cosas desde otro punto de vista, el mismo echo que
el paso de los años da madurez, entonces se toman los acontecimientos de
la vida o de la muerte con serenidad y resignación”.
Acuario
Lo
manifestado es corroborado por Roccatagliata, quien manifiesta que en la
etapa de aceptación finalmente llega la aceptación más o menos serena y pacífica
de la realidad. No es resignación ni conformidad ante la pérdida, pues eso
jamás ocurrirá. Es simplemente como la interiorización de la persona amada,
como si ella siguiera viviendo con uno pero de otra manera: en el recuerdo, en
el espíritu, como motivación, ánimo y estímulo para seguir viviendo.
De
acuerdo con los relatos que manifiestan las enfermeras ante la vivencia de
muerte que experimentaron, demuestran que la primera experiencia vivida les
dejo una huella en su interior que de una forma aún recuerdan el suceso
lamentable, y que con el pasar del tiempo y en su labor diaria que realizan
aceptan con más resignación este proceso.
4. Categoría:
Actitud con la familia del niño en fase terminal y muerte: preparando a los
padres para el momento crucial
Es importante que
el equipo de enfermería que atiende a una persona en fase terminal o muerte
tenga conocimientos y comprenda las distintas reacciones que se puedan dar en
este trance, para ello la enfermera debe estar preparada para proporcionar
un ambiente terapéutico que aumente la sensación de confort durante todo el
proceso, para lo cual es necesario e indispensable tener en cuenta el control
del dolor y atender las necesidades del moribundo; permitir que la madre le
hable al niño, ya que el sentido que se pierde en último instante es el
oído.
4.1.
Subcategoría: Vivenciando tranquilidad para
ofrecer apoyo a los padres
Este
aspecto es sin lugar a duda muy importante, pues de una u otra forma en los
relatos mencionados por parte del profesional de enfermería, la muerte en los
niños fueron sucesos muy lamentables, marcados, pero que con el paso de los
años todas estas situaciones se fortalecen con el aprendizaje, al ver la muerte
de niños muy seguidas hace que acepten las cosas con más tranquilidad y
entereza, no solo por ellos sino también para dar fortaleza a los familiares.
“…siempre
mantengo la calma, desde la primera vez que presencié la muerte de
un niño prematuro estuve tranquila, apenada si, también con ganas de llorar,
pero una tiene que conservar la ecuanimidad, no ponerse a llorar con los
familiares, hay que tratar de estar calmada y apoyar a los padres aunque
sea con nuestra presencia, porque en ese momento no cabe ninguna explicación”.
Tauro
“….En ese momento
no estoy igual que los familiares por cuanto tengo que ser el apoyo para ellos,
me sobre pongo y actúo con más tranquilidad, afronto la situación
con más entereza y apoyo a los padres emocionalmente…”
Cáncer
“….Me siento
tranquila porque yo aplico todo lo humanamente posible, científicamente aplico
el proceso de enfermería, y como creyente en Dios me preocupo por la
dimensión espiritual, cuando veo un niño en estado muy crítico converso
con los padres o familiares para que sea bautizado, es decir doy todo lo que
esta de mi parte al 100 por ciento y si no resulta, ya no me entristezco
como antes, me siento tranquila de haber brindado un buen cuidado… la
vida es así, los que se van solo nos llevan la delantera.”
Virgo
“….Quien decide en
nuestras vidas es Dios, Él nos dio la vida y el decide el momento en que nos
llevará a su lado, si algunos niños no están bautizados, mandamos a traer al
párroco de la iglesia para que reciban este sacramento y así el niño por lo
menos pueda ir con el bautizo….”
Aries
“…..Bueno,
al pasar los años uno ve la muerte desde la perspectiva natural, hoy cuando se
mueve un niño en ni turno ya no siento tristeza, tampoco puedo decir
que me da satisfacción, pero sí tranquilidad, pues es un niño que
tiene una enfermedad muy prolongada, mucho tiempo está sufriendo… siento pena
por los padres… entonces me avoco hacia ellos para apoyarlos, dirigirlos
en lo que tienen que hacer con respecto a los trámites”.
Libra
4.2. Subcategoría:
Demostrando dominio de sí mismo para fortalecer a los padres
y familiares acompañantes.
Es importante
destacar que la familia está compuesta por diferentes miembros y cada uno puede
reaccionar de forma diferente ante un mismo problema. Por otro lado, no
se vivirá de la misma forma el impacto que generará al recibir como noticia la
muerte de un ser querido y por ende el apoyo emocional que en ese momento
necesita los padres dependerá mucho la forma como enfrente la muerte de su
hijo.
“…..Brindándole
apoyo a los padres, de repente alcanzándole un vaso con agua, tomándoles la
presión o pedir a los demás familiares que estén cerca que no los dejen
solos…”.
Aries
“….En ese momento
crucial del final de la vida, trato de hacer sus últimos días un poco más
llevaderos tanto para el bebé, me refiero a procurar que él tenga una muerte
digna, tratando de dar apoyo al a familia…..”
Cáncer
“…cuando no se
puede hacer más nada por el bebé, queda brindar el consuelo a los padres porque
si bien el niño ya se fue ya no hay nada que hacer, quedan los padres y
familiares con ese vacío…”
Libra
“….A los padres se
le brinda todo el apoyo necesario para enfrentar esta triste realidad….”
Acuario
“….Lo que uno hace
es brindar apoyo a los padres y prepararlos para cuando llegue el final...”.
Sagitario
CONSIDERACIONES
FINALES
la
actitud que muestra la enfermera ante la fase terminal y muerte depende de la
edad, la preparación de pregrado acerca de la temática, los años de experiencia
profesional, creencias religiosas; de ello se desprende la
importancia de mejorar la preparación de pregrado, así como la
continuación de la formación personal durante el desarrollo profesional para
reafirmar el propósito de respeto a la dignidad humana y a la
singularidad del ser cuidado hasta el final de su vida, dentro de una
verdadera relación humana; con lo que coincidimos con los resultados del
trabajo Maritza Maza Cabrera, Mercedes Zavala Gutiérrez, José M. Merino
escobar.
Es innegable el
impacto que causa en las enfermeras la muerte de un bebé, sin
embargo Al padecer la ansiedad, la intranquilidad, el estrés e
inseguridad, hacen que afloren actitudes de rechazo y de huida; a menudo estas
actitudes se ven en las enfermeras mayormente jóvenes, que no saben qué hacer
ni que decir ante el momento de enfrentamiento con la muerte de un neonato,
situación que dificulta un cuidado humano.
Aceptar
la muerte es difícil, demanda preparación especial, ya que en el
pregrado el tema es tocado superficialmente, lo corroboran los trabajos
realizados en México Limonero y Blanca K. Loyza E, A. Zapata, en Perú,
2003
RECOMENDACIONES
Para la
universidad: dar mayor énfasis a la temática en la formación Pre-profesional;
no solo preocuparse de los cuidados de la salud y de la vida, sino,
también interesarse por la preparación del estudiante para
los cuidados en la fase terminal y muerte de la persona, de manera
humana. Y a los profesionales ofrecerles educación continua a
través de una segunda especialidad en cuidados paliativos.
Al colegio de
Enfermeros del Perú: de igual manera, convocar a conversatorios
donde se analice y reflexione sobre el actuar de la enfermera ante la fase
terminal y muerte, tema muy poco desarrollado.
A las enfermeras:
brindar un cuidado humanizado a la persona en fase terminal y muerte, teniendo
en cuenta hasta el final de la existencia la condición humana. A condicionar el
espacio de la persona moribunda, dándole todo el soporte vital, de tal manera
que tenga una muerte digna; permitir a los padres en el caso de los
niños, o familiares acompañar a su ser querido en este trance, como dice
Barnard,” si no se puede dar días a la vida, demos vida a los
días”.
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