viernes, 22 de junio de 2018


CONOCIMIENTOS, PRÁCTICAS DE AUTOCUIDADO Y ESTILOS DE VIDA DE ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS: PROPUESTA EDUCACIÓN EN SALUD

María Paulina Tello Delgado
RESUMEN.
Objetivos: evaluar el nivel de conocimientos, prácticas de autocuidado y estilos de vida de universitarios, sustentado en el modelo de promoción de la salud de Nola Pender y la teoría de Autocuidado de Dorothea Orem, los cuatro pilares de la educación y la teoría social de Bandura. Metodología: estudio cuantitativo, descriptivo-propositivo realizado en una universidad privada. Población 5 424 estudiantes de 19 escuelas profesionales. Muestra 490 universitarios de ambos sexos, seleccionados por muestreo estratificado bietático para cada unidad muesttral y según criterios de inclusión. Recolección de datos mediante un cuestionario para cada variable validado por prueba piloto y juicio de expertos, previo trámite administrativo y consentimiento informado. En el análisis se usó estadística descriptiva: media, desviación estándar, los niveles de conocimiento bajo, medio y alto fueron determinados mediante escala de estaninos, las prácticas de autocuidado y estilos de vida se determinaron con LICKERT, luego se establecieron como saludable o no saludable usando media aritmética expresada en porcentaje. Resultados: El nivel de conocimiento de los participantes sobre conceptos básicos generales en salud es de medio a alto. No obstante, el nivel de conocimientos sobre educación sexual: VIH/SIDA es de medio a bajo; las prácticas de auto cuidado y los estilos de vida no son saludables para la conservación de la salud y el bienestar individual, familiar, social y ambiental. Conclusión. Se evidencia gran necesidad y demanda de educación en salud, en base a estos resultados se hizo la propuesta de un curso modular obligatorio de educación en salud, modalidad B-LEERNING sugerida por los propios participantes.
Palabras clave: conocimientos, autocuidado, estilos de vida, educación en salud. Educación B-LERNING, rol de la enfermera en la prevención y promoción de la salud.
ABSTRACT 
Objectives: to evaluate the level of knowledge, self-care practices and lifestyles of university students, based on the Nola Pender health promotion model and Dorothea Orem's theory of self-care, the four pillars of education and social theory of Bandura. Methodology: quantitative, descriptive-purpose study, carried out in a private university. Population 5 424 students from 19 professional schools. It shows 490 university students of both sexes, selected by stratified bietático sampling for each sample unit and according to inclusion criteria. Data collection through a questionnaire for each variable, validated by pilot test and expert judgment, after administrative processing and informed consent. Descriptive statistics were used in the analysis: mean, standard deviation, low, medium and high levels of knowledge were determined by staging scale, self-care practices and lifestyles were determined with LICKERT, then established as healthy or unhealthy Using arithmetic mean expressed as a percentage. Results: The level of knowledge of the participants about general basic concepts in health is medium to high. However, the level of knowledge about sex education: HIV / AIDS is medium to low, self-care practices and lifestyles are unhealthy for the conservation of individual, family, social and environmental health and well-being. Conclusion. There is evidence of great need and demand for health education. On the basis of which the proposal was made for a compulsory modular course in health education, B-LEERNING modality suggested by the participants themselves.

Keywords: knowledge, self-care, lifestyles, health education. Education B-LERNING,  role of the nurse in the prevention and promotion of health.

INTRODUCCIÓN
La Organización Mundial de la salud (OMS), define estilo de vida como forma de vida basada en patrones de comportamiento identificables, determinados por la interacción entre las características personales, individuales, las interacciones sociales y las condiciones de vida socioeconómicas y ambientales1.  Morales citado por  Vives2, y Durá3, indistintamente, dan a los estilos de vida una connotación epidemiológica, ligada a conductas de riesgo para desarrollar o contraer enfermedades específicas trasmisibles y no trasmisibles. (Relación proceso salud-enfermedad).
Cuando se habla de salud, no solamente, se toma en cuenta la dimensión física, sino también las dimensiones social, mental, espiritual, ambiental, cultural, religiosas, etc., por su incidencia en la calidad de vida, y ésta tiene vínculo estrecho con la educación y la salud de las personas. La educación, activa y  fortalece las capacidades para el desarrollo humano, por su parte la salud permite mantener el equilibrio y el buen estado de funcionamiento del organismo, de tal manera que éste pueda responder y actuar en mejores condiciones ante el mundo que lo rodea. Si una de las dimensiones se desestructura, rápidamente se pierde la armonía con las otras perjudicando la salud e impidiendo la normal relación con el medio.
De lo que se desprende que el hombre por naturaleza es un ser de cuidado, como refiere Boff4:
Las personas deben asumir una actitud de cuidado permanente del ser humano, de la sociedad, del planeta, de su cuerpo, de su salud, por que cuidar de nuestro cuerpo es cuidar de la vida: El ser humano es un ser de cuidado, desde que nace hasta que muere, una unidad que siente, que piensa, conoce, desea, se relaciona consigo mismo y con los demás; sin el cuidado él se desestructura, pierde sentido y muere.
En tal sentido, normalmente los estudiantes universitarios deberían tener consolidado los hábitos saludables supuestamente adquiridos en el entorno familiar, y en la escuela, los cuales deberían reflejarse en el profesional adulto. Sin embargo, a pesar de su incuestionable papel de la familia y la escuela, no siempre se toman en cuenta durante el proceso formativo formal e informal, es por esta razón, la mayoría llegan a la adultez sin el nivel mínimo de conocimiento que les permita alcanzar la calidad de vida deseada5.
Lo anterior implica que las instituciones formadoras y los estudiantes en general deben conocer los múltiples factores que inciden sobre la salud, como la familia, las condiciones laborales, las diferencias sociales, el estrés, la educación recibida, los alimentos, los espacios verdes, la recreación, el entorno físico y ambiental6, etc.
Desde esta perspectiva, los jóvenes universitarios se encuentran en una etapa clave del ciclo vital. Esta etapa permite facilitar la adopción de estilos de vida saludable, los que serán practicados a la vez en el ámbito familiar, social y laboral, ya que en este periodo se adquiere mayor autonomía y se asume la responsabilidad del autocuidado. Por otro lado, se les considera un grupo poblacional relativamente sano, razón por la cual es necesario repensar el autocuidado como estrategia para promover la salud7.
Muchos estudios demuestran predominio de estilos de vida no saludables en estudiantes universitarios; se postula que en la vida universitaria se abandonan cierta conducta saludable y se adoptan conductas de riesgo las que pueden contribuir de manera independiente en el incremento de la morbimortalidad 6, 8.
Morales et, al7, señalan, la existencia de una alta prevalencia de factores de riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles en los universitarios, entre las que destacan pre-hipertensión especialmente en hombres y el hipercolesterolemia en mujeres. Entre los factores determinantes de estos problemas de salud consideran: el tabaquismo, sedentarismo, sobrepeso, obesidad, bajo consumo de frutas y verduras, y alto consumo de grasas saturadas.
Rodríguez Rodríguez.9, et, al, encontraron en su población de estudio dos componentes principales deteriorados, y tienen estrecha relación con la salud, éstos son: el ejercicio y la alimentación, los cuales podrían agravarse, transformando el “ciclo universitario” en un periodo de transición que influye en el desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT) en la adultez. Al respecto Moreno10 acota Las enfermedades cardiovasculares constituyen, junto al cáncer, el principal problema de Salud Pública en los países industrializados, además de ser la principal causa de muerte. Están relacionados con el sedentarismo y el consumo de grasas saturadas.
Por su parte la OMS/FAO.11, señalan: las enfermedades crónicas no transmisibles van en incremento en el mundo y producen mayor discapacidad o morbilidad en personas menores de 60 años. La prevalencia de las enfermedades no transmisibles está relacionada con dietas inadecuadas y estilos de vida no saludables. Por lo tanto, el aspecto de las conductas o comportamientos es decisivo en el estado de bienestar de las personas tanto en el plano físico como psicológico, se considera que un tercio de las enfermedades en el mundo pueden prevenirse mediante cambios de comportamientos. Según Dever, los estilos o hábitos de vida son los determinantes que mayor proporción tienen en la reducción de la mortalidad.
Es así como surge el concepto de  estilos de vida saludable, enfoque dado por la OMS a partir de los años 80, en que son introducidos los modelos psicosociales, de lo que se puede determinar que los estilos de vida saludables son un "conjunto de patrones conductuales que poseen repercusiones positivas para la salud de las personas".10.
De ahí, que se puede encontrar un abanico de posibilidades, por una parte estilos de  vida  muy saludables, y por otra parte estilos de vida nada saludables, relacionados como la salud, la alimentación adecuada y el ejercicio físico, los que dependerán, de los  hábitos de cada persona, adquiridos a lo largo de la vida durante el proceso de socialización; así mismo, existen otros factores como la educación, el trabajo, la vivienda, prestaciones sociales, derechos humanos, etc., todos ellos indicadores de calidad de vida, la que está ligada al concepto de salud.
Con respecto a la educación, específicamente la educación sexual, el déficit de conocimiento puede generar riesgos de contraer enfermedades de trasmisión sexual, debido a comportamientos no saludables, como afirma Velandia12, quien alerta:
del poco conocimiento en salud reproductiva y sexualidad de los alumnos de los primeros cursos, por la escasa formación recibida en la etapa educativa anterior, lo que aumenta el riesgo de enfermedades de trasmisión sexual (ETS) y embarazos no deseados. No hay una materia específica y obligatoria en colegios e institutos, lo que provoca que más de la mitad de los estudiantes que llegan a la universidad “nunca han tenido una charla sobre sexualidad y simplemente tienen conocimientos básicos de genitales y sistemas reproductivos” […], pág.27.E
La falta de conocimientos incide sobre el autocuidado de la salud, lo cual no permite al joven percibir el riesgo. Los jóvenes hoy más que nunca están sometidos a inseguridades, azuzados por una gigantesca publicidad que asocia imágenes atrayentes al riesgo, a la evasión, a la seducción y conducen a estilos de vida no saludable, como drogodependencia, alcohol, tabaquismo, los que a su vez generan otros  riesgos como las enfermedades de trasmisión sexual, entre ellas VIH/SIDA, hepatitis B, C, así como enfermedades crónicas no trasmisibles derivadas de un estilo de vida no saludable (sedentarismo, problemas nutricionales, hábitos .moderno13.  Como se ha podido ver, uno de los aspectos más influyentes sobre la salud de los  jóvenes son los estilos de vida, si se actúa sobre ellos  se preservará la salud y por ende sobre la calidad de vida14.
Existen varias teorías sobre cómo se adquieren los estilos de vida y su relación con la salud. Entre ellas tenemos: La ecológica de Bronfenbrenner,15 según la cual, las personas reciben influencias sociales de manera inmediata de los más cercanos, el que se denomina microsistema, constituido por la familia,  los amigos, la escuela, los vecinos, los grupos religiosos, los servicios de salud, etc.

Fig.  Elaborada por la propia investigadora  con adaptación  de Moreno (10).

Y el macro sistema constituido por ideologías, actitudes, valores, la cultura, las leyes, la economía, las políticas gubernamentales. El macro sistema es el que establece los estándares de conducta en relación a la función de género y los estándares educativos, etc.
Así mismo tenemos, la teoría del aprendizaje social-cognitivo cuyo representante  es  Baudura15, quien resalta la importancia del aprendizaje por observación e imitación mediante lo cual se desarrollan los patrones habituales, siendo los padres los más significativos en la vida de las personas, así como también  otros miembros de la familia, luego  están los profesores, los sacerdotes, los famosos, etc.

Este mismo autor, incluye posteriormente en el aprendizaje social  la cognición, teoría, que también hacen alusión  Nola Pender16, y Oren17. La teoría social-cognitiva destaca la reflexión de cada persona, para establecer metas deseadas, interpretando las influencias ambientales, individuales, y determinando su actuación. Las personas que son conscientes de su situación pueden controlar los sucesos que afectan su vida. Desde este punto de vita se puede deducir que lo que más marca las conductas relacionadas con la salud son los factores cognitivos adquiridos mediante la experiencia o el aprendizaje15.
A continuación se presenta un diagrama de los factores que influyen sobre los estilos de vida de las personas, según las teorías citadas, donde la persona está en el centro de toda actividad con sus propias características individuales. 

En referencia a lo citado, se presenta la problemática de salud observada en una universidad privada, donde muchas de las estudiantes de los primeros e intermedios ciclos académicos con mayor incidencia, por razones de embarazo no planificado, retardan el tiempo en que deben graduarse o en el peor de los casos abandonan los estudios definitivamente que a la larga traerá consecuencias en la salud mental, convirtiéndose quizá en personas frustradas.
Así mismo, en los registros diarios de la  consulta de la clínica universitaria se encontraron los siguientes problemas de salud por lo que más consultan los estudiantes: cefaleas, migraña, gastritis, dispepsia, diarreas, contracciones musculares, dermatitis, asma bronquial, trastornos del sueño, síndrome vertiginoso, trastornos de ansiedad, bajo peso, y sobre peso, además,  trastornos ginecológicos, anemia y  alto índice de consultas en psicología. Gran parte de estos problemas pueden evitarse con medidas sencillas y de bajo costo, relacionadas con la prevención, en la cual juega un importante papel la educación en salud.
 La mayoría de estos problemas señalados, tienen estrecha relación con estados de estrés y estilos de vida. Un porcentaje importante de estudiantes universitarios proceden de otros lugares de la costa, de la sierra, y de la selva, donde han dejado su familia, sus amistades por sus estudios, situación tal que les obliga muchas veces a vivir solos (as), comer fuera de casa, o por la misma situación de horarios  de estudio consumen comidas rápidas no saludables, o dejan de lado  comidas básicas como el desayuno lo que perjudica seriamente su salud física y mental.
Es importante reconocer la salud de los jóvenes universitarios como elemento básico para el desarrollo del país, tomando en consideración a Lalonde18, quien hace ver  “la salud  como el cimiento sobre el cual se edifica el progreso”. La salud es un derecho universal que no solo debe percibirse como un objetivo, sino también, como fuente de felicidad.
El estudio involucra tres variables: nivel de conocimientos sobre conceptos generales básicos en salud, prácticas de autocuidado y  estilos de vida de estudiantes universitarios.  Para lo cual se tomó como base teórica el modelo de promoción de la salud de Nola pender, la teoría de autocuidado de Dorothea Orem, así como también teorías sociales y pedagógicas: Bandura, Vygotsky, y los cuatro pilares de la educación de Jacques Delors19.
Estas teorías fueron tomadas por sus perspectivas de modificar conductas desfavorables para la salud y la vida mediante una formación integral.
Metodología.
Se trata de un estudio cuantitativo, descriptivo-propositivo de corte trasversal.  La población estuvo constituida por 5 424 estudiantes del 1° al 10° ciclo de estudios 2 016-I. La muestra fue 490 estudiantes, muestreo probabilístico aleatorio estratificado bietático para cada unidad de análisis, con asignación proporcional, finalmente los participantes fueron seleccionados al azar de los registros de matrícula, teniendo en cuenta criterios de inclusión: estudiantes que aceptan participar voluntariamente previo consentimiento informado y no pertenezcan a carreras de salud (medicina, enfermería, odontología, Psicología, etc.), de tal manera que se cuente con una población homogénea en conocimientos básicos sobre salud. 
En la primera parte del cuestionario se consignaron datos socio demográficos y las preguntas sobre conocimientos generales básicos de salud y educación sexual: VIH/SIDA. En la segunda y tercera parte se tomó en consideración los estilos de vida según clasificación de
NEUGARTEN.20. (1974): en el plano  psico-social: la salud mental y las relaciones familiares, plano biológico: alimentación, actividad física, sueño, reposo, tiempo de ocio y se complementó con preguntas sobre hábitos nocivos para la salud,  acceso a los servicios de salud, así como también las  necesidades y demandas de educación en salud, con el propósito de diseñar la propuesta bajo la propia visión, perspectiva e interés de los universitarios participantes. 

En la ejecución del estudio, se cumplió previamente con los trámites administrativos. Los datos fueron recolectados entre los meses de Agosto y Septiembre 2 016 en horario habitual de asistencia de los estudiantes a la universidad, bajo coordinación y solicitud de facilidades con profesores para no interferir con las sesiones de clases.
Para determinar el nivel de conocimientos de los participantes se utilizó la escala vigesimal, y criterio pedagógico nota mínima aprobatoria once (11), las respuestas y calificaciones fueron registradas, ordenadas, tabuladas y procesadas mediante Microsoft Excel 2010 haciendo uso de códigos.
Para las prácticas de autocuidado y estilos de vida, se usaron escala dicotómica  Si- NO, y la  escala de LICKERT puntaje (1-4), respectivamente.
En el análisis se usó la estadística descriptiva: intervalos, porcentajes, desviación estándar, frecuencia y media expresada en promedio. Para la interpretación de los niveles de conocimiento alto, medio, y bajo se baremó con escala de estaninos en el programa SPS versión 20, del mismo modo las prácticas de auto-cuidado y estilos de vida fueron valorados como saludables y  no saludables usando la media aritmética, expresada en porcentaje.
                                                                  RESULTADOS.
Gráfico No. 1. Nivel de conocimiento general básico sobre conceptos de salud y educación    sexual en estudiantes universitarios. 2016

El gráfico, representa el nivel de conocimientos sobre conceptos generales básicos de salud que poseen los universitarios participantes: 33 % tiene un nivel de conocimiento alto, 39 % nivel medio, y  28 % nivel bajo. Y los conocimientos sobre educación sexual: VIH/SIDA: 20 % posee nivel de conocimiento alto, 41% nivel medio,  39% nivel bajo.
Gráfico No. 2. uso del condón por universitarios participantes. 2016
               Este gráfico representa a 67,4 % de participantes que usan condón durante sus prácticas                     sexuales solo a veces, 16, 3% lo usa siempre,  el mismo porcentaje  16,3 % no lo usa nunca. 


Gráfico No. 3. Conducta de Prevención y auto cuidado en universitarias. 2016   
 Este gráfico representa las conductas de prevención y auto cuidado de 280 universitarias encuestadas (53%), de las cuales 4 % usa algún método anticonceptivo, 1 % se realiza papanicolau por lo menos una vez por año, 2 % señala  realizarse control médico y  exámenes  de sangre preventivos y solo 2% se realizan examen de mama. En comparación con los varones (210 = 47%), el 100 %, no demuestran conductas de prevención y auto-cuidado de la salud.



      Gráfico N° 4. Hábitos alimentarios de los estudiantes universitarios participantes. 2016   
 Gráfico 4 presenta los hábitos alimentarios de los participantes: 60% omite  la comida principal del día que es desayuno, el 68 % consume 3 comidas  al día, 30 % consume 5 comidas al día, 3 principales y dos refrigerios a media mañana y media tarde. 
Gráfico No. 5. Problemas Psico-sociales que enfrentan los estudiantes universitarios participantes. 2016.
En el gráfico se presenta a 76 % (372) de  universitarios que reconocen como mayores problemas psico-sociales las drogas, alcohol y tabaquismo. El 12 % responden trastornos alimentarios. Igual porcentaje considera como problemas la ciber adicción  y ludopatía, problemas a los que se enfrentan en la actualidad todos los jóvenes.          
 DISCUSIÓN.
La población universitaria está constituida por un alto porcentaje de jóvenes incluyendo  adolescentes; en este estudio el 90% de universitarios tenía entre 16-25 años de edad, con un promedio 19,2±1,9 de desviación estándar (DE); con mayor proporción del sexo femenino, cifras que se justifican porque el mayor porcentaje (60%) de participantes cursaban los primeros ciclos de estudios (1°- 4°).
La salud y la juventud son valores positivos para la vida, no obstante, traen consigo también, ciertos problemas relacionados con estilos de vida, accidentes de tránsito, la violencia, la sexualidad, hábitos nocivos (consumo de drogas, alcohol) o trastornos  en  la alimentación, entre otros13.
Por lo tanto la edad es un factor de riesgo muy importante, el problema en el joven es que no percibe el riesgo y por naturaleza es vehemente. La juventud y sobre todo la adolescencia son periodos de cambios, los que confieren estados de vulnerabilidad y gran receptividad del entorno social, el cual puede influir en el proceso salud-enfermedad y en sus estilos de vida21.
Hoy más que nunca los jóvenes se enfrentan a mayores riesgos y con muy pocas herramientas, lo que les coloca en una situación de fragilidad y vulnerabilidad no solamente somática sino en todas sus dimensiones, ya que el ser humano es pluridimensional y pluri-relacional, por tal motivo se hace necesaria la toma de conciencia de su propia vulnerabilidad y optar por el autocuidado
Es muy evidente la gran necesidad de una intervención educativa integral, de una educación para la vida, donde no solamente se trasmita información, sino también se fomente la motivación, las habilidades personales y la autoestima necesarias para optar medidas encaminadas a mejorar la salud22, individual, familiar, y de la comunidad.
En este estudio se determinó que no existe diferencia entre el nivel de conocimiento sobre conceptos generales básicos de salud y educación sexual y reproductiva, entre los universitarios participantes de los primeros ciclos académicos con los de ciclos superiores. De manera general el conocimiento básico sobre salud es de nivel alto a nivel medio, (ver gráfico N°1),  sin embargo, el nivel de conocimiento  sobre educación sexual: VIH/SIDA, es de nivel medio a nivel bajo.
No obstante, el uso del condón es reconocido por 76% de universitarios como una medida de protección segura contra la trasmisión del VIH; en contra parte hay un 16%  que señalan la abstinencia y 8 % la monogamia. Sin embargo, en la práctica solo 16 % declaran usarlo siempre, lo cual constituye un serio problema ya que en nuestro país el 97 % de trasmisión de la  enfermedad es a través de  la vía sexual, según señala el ministerio de  salud (MINSA) 23, 24.
Este hecho de desconocimiento e irresponsabilidad de los  jóvenes, hace que  se incremente  el riesgo de contraer enfermedades de trasmisión sexual entre ellas VIH/SIDA como  lo advierten la  OMS25, ONUSIDA25,26,287 BM28, por otra parte, cabe resaltar  que  esta problemática no solo se observa en el Perú, sino que también se da en otras latitudes, según información proporcionada por  Galindo29 et, al,  quienes afirman que” la población joven es la más afectada, ya que la mitad de las nuevas infecciones ocurren entre los 15- 25 años de edad a nivel mundial”.
De hecho, el conocimiento por sí solo no garantiza las prácticas de auto cuidado y estilos de vida saludable en las personas, sino que es necesario, además de contar con cierto bagaje de conocimientos completar la praxis a través de una  intervención educativa integral y continua  para lograr concienciazión y compromiso en el auto cuidado de la salud. 
Así mismo, en datos no mostrados se determinó el desconocimiento de la anatomía y fisiología de su cuerpo, con lo cual concordamos con Velandia12, quien afirma en su estudio que los estudiantes universitarios “simplemente tienen conocimientos básicos de genitales y sistemas reproductivos”. Así mismo, se encontró también a  72 % de  universitarios que  desconocen lo que es una consejería, no saben qué hacer ni dónde acudir en caso de una exposición a una relación sexual de riesgo (parejas eventuales, y desconocidas). Por otro lado, los temas sobre sexualidad son muy poco tocados en familia o con la pareja, hecho que se considera de poca importancia o quizá aún prevalecen ciertos tabúes al respecto.
En este sentido los estilos de vida están íntimamente relacionados con el autocuidado de la persona, el que es definido por Orem17, Waldow30 y Serrano31,  como el acto de cuidar de uno mismo y dependerá de la percepción que tenga la persona  sobre la salud, y del aprendizaje adquirido sobre el cuidado. De allí la importancia de los proceso cognitivos y un aprendizaje significativo para modificar el comportamiento, donde juega un papel fundamental la educación, tal como lo afirma Bandura, y similar opinión es la de  Nola Pender, cunado  señala que la persona  está en el centro de toda actividad y su estado  altamente positivo no solo depende de la ausencia de enfermedad  si no  de interacciones entre los factores cognitivos-perceptuales y factores modificables, los que influyen en conductas favorables para la conservación de la salud16.
El concepto sobre salud que manejan los estudiantes participantes es parcial,  únicamente consideran la salud como la ausencia de enfermedad físico-biológica, el 70 % de ellos perciben su estado de salud como buena, sin embargo no toman en cuenta las demás dimensiones humanas, restando importancia la influencia sobre la salud de los factores, ambientales, sociales, culturales,  educativos, etc.
Así como existen factores propios de la persona, también existen factores ambientales que influyen sobre la salud ya sea de manera individual o colectiva, positiva o negativa, es por ello se trae a colación un dato de importancia relevante sobre la vivienda de algunos de los participantes, por su ubicación rural o urbano marginal carecen de servicios básicos completos y el recojo de los desechos sólidos y la disposición de excretas son inadecuados, dichos desechos son arrojados a campo abierto, lo que atenta contra el cuidado del medio ambiente y por ende de la salud personal, familiar, y de la comunidad.
Por lo expuesto, es necesario la implementación de  programas  de atención y educación  en salud, coordinada desde lo preventivo y desde la promoción del desarrollo humano, con la que se pretende mejorar los conocimientos y promover prácticas saludables en los universitarios, además, se espera contribuir favorablemente en la disminución e incidencia de enfermedades como el VIH/SIDA,  a través de la identificación de factores de riesgo, diagnóstico precoz, tratamiento oportuno y consejería individual y de pareja para concienciar la importancia de autocuidado, fortalecer la autoestima y valorar la importancia de cuidar la salud y la vida, tal como lo vienen trabajando de manera sostenida el grupo Prevenir en la Universidad del Cauca,  cuyo resultados son favorables30.
Entre los hallazgos sobre conductas favorables de autocuidado en los universitarios, están  las médico- preventivo: 100% de estudiantes cuidan sus dientes mediante el cepillado, y visitan al odontólogo entre 1-2 años, similar conducta ocurre con el control oftalmológico. Dichas conductas manifiestas son porque la universidad celebra convenios con profesionales para hacer campañas en estas especialidades.
Existe diferencia según sexo en cuanto a la exploración de sus cuerpos, 2% de mujeres universitarias se realizan auto examen de mamas con regularidad, mientras que el 100% de los varones no tienen idea de la exploración testicular y de mamas, ignoran su importancia pese a que en los últimos tiempos el cáncer testicular se viene incrementando en nuestro país, precisamente en personas jóvenes  entre 20-30 años de edad, con un incremento de 120 nuevos caso por año, además existe muchos mitos y creencias erróneas, afirmaciones de Morante31, jefe del departamento de urología del instituto Nacional de enfermedades Neoplásicas (INEN- 22-01- 2016), en conferencia de prensa.
Dichos resultados coinciden con los obtenidos por Escobar y Pico, quienes refieren: Las mujeres presentan mayores prácticas de autocuidado en comparación con los hombres en lo referente a la exploración de sus cuerpos32. La falta de una cultura preventiva en los universitarios en nuestro país, se asume a múltiples factores entre los que destacan, el desconocimiento, la poca publicidad y escasos servicios de salud sobre todo para los jóvenes varones; los servicios de salud no están centrados en la persona si no en la enfermedad desde el aspecto físico-biológico. Los programas de salud están dirigidos más a grupos poblacionales vulnerables, entre las que se consideran a las mujeres por cuestiones de género.33.. 
En cuanto a los estilos de vida referente a los hábitos alimentarios de los  universitarios, no son saludables, consumen mayormente comidas rápidas, la gran mayoría por horarios de estudio omite el desayuno; consumen poca agua, la cual es reemplazada por bebidas carbonatadas (gaseosas), café, o bebidas energizantes; carnes, pescado, productos lácteos verduras y frutas su consumo es eventual por el 41%. 
Generalmente, se busca calmar el apetito, o complacer un antojo, sin importar si dicho alimento cumple con la función nutritiva como lo afirma contreras34. Es muy frecuente en muchos jóvenes el consumo de hamburguesas, chocolates, galletas, etc. este tipo de alimentación es uno de los factores que genera mayores problemas de salud en las personas a mediano y a largo plazo. Al respecto Moreno señala, una buena alimentación, es aquella que combina de manera apropiada todos los diferentes alimentos que se encuentran en la naturaleza y abarcan desde la selección, cocido e ingestión35. Los alimentos aportan los nutrientes necesarios para el mantenimiento de la salud y la previsión de enfermedades34.
Un estilo de vida saludable ayuda también a disfrutar de equilibrio emocional, el cual es esencial para el bienestar físico. Razón por la cual se tomó en cuenta la salud mental de los universitarios participantes, la que se puede definir como saludable en promedio; el 50 %, aparentemente gozan de buena salud mental, no obstante, existe 50 % de estudiantes, cuya  salud mental no es saludable, así tenemos: 10 % señala estados de agresividad o enojo, 6% no tienen con quien hablar de cosas importantes para ellos, igual porcentaje refiere  no dar ni recibir cariño, 20 % señala estados de depresión, tristeza, e insatisfacción con su condición física y con los estudios,  8 % responden incompatibilidad de los horarios de estudios con la vida familiar y actividades recreativas. 
Otros factores que inciden en la conservación de la salud mental encontrados son: 47%  de participantes  viven fuera del ámbito familiar sin el control y autoridad  paterna.  Además, el 51% provienen de familias disfuncionales, ya sea de padres separados o divorciados. Para explicar esta situación, cabe  resaltar, la procedencia de los  estudiantes,  de zonas rurales muy alejadas ya sea de la costa, sierra o la selva, ellos portan consigo sus hábitos, costumbres, creencias, miedos, temores, pena, angustia por dejar su tierra, sus seres queridos, amigos, cosas, etc. Todos estos factores  pueden desencadenar depresión, soledad y conductas de riesgo ante la búsqueda de distractores. 
Se suma a ello, las relaciones familiares, el 50% de los encestados señalan de regular a malas. El 82 % se identifica mejor con la madre.  Existen  estudios que demuestran que los/las  Jóvenes que afirman tener relaciones más cercanas con sus progenitores, tienen una mejor cohesión, mejor comunicación y afecto, además de sentirse más protegidos/as frente al efecto negativo de los acontecimientos vitales estresantes que experimentan durante la adolescencia; se caracterizan por una mayor autoestima, en cambio en una situación contraria, el/la joven estará desprotegido de afecto, y en estado de vulnerabilidad36.. 
Por lo descrito, es evidente la presencia del síndrome de estrés del estudiante en un gran porcentaje, cuyos efectos incide sobre la salud y el rendimiento académico, el cual se caracteriza por ansiedad, consumo de tabaco, cafeína o fármacos, alteraciones en el sueño y en la ingesta de alimentos37. Los problemas encontramos en nuestro estudio determinan la necesidad de apoyo para ayudar a enfrentar el estrés. Lamentablemente en nuestro país está postergada la salud mental de las personas, y en las universidades tampoco se da la importancia debida. 
El primer elemento para gozar de buena salud  se considera la propia imagen (autoestima), y como mencionamos en el párrafo anterior  hay estudiantes con problemas de auto estima. Otro concepto son las  relaciones afectivas, tanto familiares como  de pareja; el problema que actualmente enfrentan los jóvenes es  la falta de comunicación, o bien  la incapacidad de ver las cosas desde el punto de vista de la otra persona.  También hay que incluir en este ámbito la forma en que se afronta las situaciones de estrés: tensión, irritación, resentimiento, vivencia de descontrol de la propia vida, indecisión; ante lo cual hay que saber relajarse, como lo recomienda Rodés38.
De lo contario, la situación induce al joven hacia estilos de vida nocivos para la salud, como probablemente sea el caso de muchos de los estudiantes encuestados, se encontró fumadores habituales 32%, eventuales 44%, es sabido que la nicotina es un  elemento altamente adictivo y muy dañino para la salud.  Así mismo,  se encontró problemas en el manejo del tiempo. Algunos estudiantes por bajos ingresos económicos familiares se ven en la obligación de  trabajar y estudiar; y es probable que esta situación genere dificultades e interfieren en las relaciones familiares, sociales, personales, etc. las que inciden sobre la salud mental, así tenemos, 10% de estudiantes  de ambos sexo  trabajan y estudian, situación que no les permite disfrutar de tiempo libre, como lo afirman Aguado y Ramos: los estudiantes que trabajan y estudian no tienen tiempo para la recreación, lo que repercute seriamente en su rendimiento académico y salud mental”39..
Del mismo modo encontramos, 27 %, realizan  actividades  diversas en casa, como escuchar música, leer, chat, entre otras, de este porcentaje 8 % señalan compartir tareas domésticas con su familia, el  53% de estudiantes acuden a discotecas y antros sobre todo los fines de semana; encontramos 32%  fumadores habituales, 10% consumidores de alcohol hasta embriagarse; 2% son consumidores de drogas ilícitas, 16% consumen de manera eventual, entre las drogas de mayor consumo está la marihuana y cocaína; este dato no hace más que  corroborar los datos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) y DEVIDA40,41, quienes señalan: que la marihuana es la droga más consumida por universitarios, seguida por el clorhidrato de cocaína; el consumo es mayor en los estudiantes de universidades privadas, las mencionadas drogas son fácilmente obtenidas. CEDRO42, revela, el 30 % de estudiantes universitarios afirman sobre la venta de drogas en los alrededores y al interior de los centros de estudios.
Aparte de jóvenes estudiantes universitarios consumidores habituales de alcohol, existe 68% de consumidores sociales, son considerados aquellos que ingieren entre dos a cuatro copas de alcohol, fuman de 20 a 30 cigarrillos por día, así como el consumo de café más de cuatro tazas, y/o bebidas energizantes. Las sustancias mencionadas tienen efectos adictivos e inciden sobre la calidad del sueño y por ende en la calidad de vida de las personas.
En referencia al descanso y sueño, 56% de participantes señalan, frecuentes alteraciones, o mala calidad del sueño, no se encontraron diferencia entre hombre y mujeres, sobre todo en tiempos de exámenes en que la mayoría duerme menos de cuatro horas. Es sabido la estrecha relación entre el sueño y la calidad de vida de las personas. El sueño es el factor de mayor relevancia que más contribuye en el bienestar físico y psicológico e incide en el rendimiento académico, laboral, relaciones interpersonales, seguridad vial, etc. Al respecto Breslau, Roth, Rosentahal y Andreski, señalan que una duración insuficiente del sueño está relacionada con un mayor riesgo de sufrir depresión, ansiedad, o problemas de abuso de drogas, alcohol o nicotina43. 
En este sentido, nos encontramos frente a grandes problemas psicosocial, que mina la salud física y mental de los jóvenes, los cuales son reconocidos por los propios estudiantes, quienes consideran  como mayores problemas a los que hoy en día se enfrentan: el alcoholismo, tabaquismo, drogas ilícitas, trastornos alimenticios, ciber adicción y ludopatía, (ver gráfico N°. 5).
Continuando con la presentación de la problemática encontrada en nuestro estudio tenemos resultados referentes a la actividad física, en promedio el 37% practican algún tipo de actividad por  30 minutos como mínimo al día (deportes, danzas, ejercicios), mientras el 63% lleva vida sedentaria especialmente las mujeres alegando falta de tiempo y pereza. La mayoría de los jóvenes restan  importancia  a la práctica regular de actividad física, pese a  saber que  el ejercicio está asociado a la conservación de la salud, dada la gran información que existe al respecto.44, 45.. 
La problemática descrita data desde hace varios años, existen muchos estudios que dan a conocer que en los países desarrollados como  España  los  jóvenes están considerados como los que menos actividad física realizan en comparación con otros de los países europeos siendo las mujeres las que desarrollan  mayor sedentarismo.46. 
Está comprobado que las personas activas, tienen menos riesgo de padecer enfermedades cardiacas, hipertensión arterial, obesidad, y determinados tipos de cáncer y otras patologías.47, 48. En la actualidad existe la tendencia general de conductas y hábitos bastante insanos en  los jóvenes, se observa diariamente dentro del recinto universitario en las horas de descanso académico, gran número de universitarios de ambos sexos en los patios, jardines, y escaleras, navegando en el mundo virtual  a través de los celulares, es sorprendente el tiempo de hipo actividad que pasan frente a estos equipos, se les ve ensimismados,  solitarios, alejados del mundo real, poca inter relación con sus pares; esto explica el poco tiempo que emplean en la actividad física.

Por otro lado es preocupante  otro dato encontrado en nuestro estudio, como la falta de aseguramiento para la atención de salud, el 61% de universitarios no cuentan con ningún tipo de seguro médico, si bien durante el periodo académico, si, presentan algunas dolencias son atendidos en la clínica universitaria, cuentan también con un seguro privado contra accidentes, pero, durante el periodo vacacional, sobre todo aquellos estudiantes que  regresan a sus lugares de origen ya sea la sierra, la selva, la zona rural  de la costa,  se encuentran completamente desprotegidos, de allí que 84 % se auto medican, dada la facilidad de obtener medicamentos  sin prescripción  médica,  4 % hacen uso de la medicina tradicional y remedios caseros, pero, ante suceso o proceso de enfermedad grave la situación es crítica por la falta de recursos económicos, ya que la mayoría proceden de familias de clase media, media a baja. 
Por tal motivo, urge crear conciencia a nivel colectivo estudiantil sobre la importancia de la salud preventiva, la que demanda poco costo en comparación con la rehabilitación. Para ello se propone como estrategia la educación en salud, reconocida internacionalmente como una necesidad prioritaria. Al respecto tenemos la declaración de la Carta de Ottawa. 49. Según la cual la promoción de la salud consiste en proporcionar a los pueblos, en este caso a los universitarios  los medios necesarios para mejorar su salud y ejercer mayor control sobre ella.
De acuerdo a los resultados, podemos ver que la salud de los  universitarios depende de muchos factores, los cuales están  enlazados como una enmarañada muy compleja relacionados unos con otros, por lo que se debe abordar de manera conjunta e integral y no aisladamente. Es cierto, algunos de estos factores no se pueden modificar, en cambio hay otros que sí se modifican con medidas preventivas sencillas y de bajo costo, relacionadas con la educación en salud. 
Por otro lado es innegable que las actitudes positivas de autocuidado y seguridad personal tienen impacto sobre el desarrollo y mejora personal, familiar, social, fomentan análisis crítico y reflexivo sobre los valores, conductas, condiciones sociales y estilos de vida, buscan desarrollar y fomentar aquellos que fortalecen la salud, así como el desarrollo humano. De allí que  concordamos con Arrivillaga50. Salazar51, León52, Rozo53, y organismos internacionales como la OPS, OMS, en la necesidad de integrar programas regulares y permanentes en todas las universidades orientados a la promoción de estilos de vida saludable como parte del proceso de la formación integral.54, 55.
Tal como también lo propone Jackes Delors55, en los  cuatro pilares de la educación. La educación tiene estrecha vinculación con la salud, ambas son los pilares fundamentales del desarrollo humano. Aprender a conocer y comprender el mundo que nos rodea, vivir con dignidad, desarrollar capacidades profesionales y comunicarse con los demás, conocernos a nosotros mismos y a los demás para una mejor convivencia, lo cual  redundará en la salud mental de cada uno.
En tal sentido, las universidades tienen una fuerza potencial para influir positivamente en la vida y la salud de sus estudiantes. Son instituciones donde las personas pasan una parte importante de sus vidas y pueden incidir en la formación de sus estilos de vida, llevándolos a ser personas autónomas, reflexivas, críticas, con responsabilidad frente a sí mismos y ante los demás. Las actividades principales de la universidad son la docencia y la investigación, lo que permitirá la incorporación del concepto de salud como una responsabilidad personal y social.56. 
La promoción de la salud es discutida desde 1978  (Alma Ata) y reforzada en Ottawa, Canadá 1986. Una parte de la carta de Otawa48, así como la OMS, recomiendan la educación para la salud como una medida urgente que debe darse en los centros formadores, en los programas de estudio con su estrategia la promoción de la salud, cuyo fin es mejorar aptitudes, el conocimiento, las intenciones conductuales de los estudiantes quienes serán los últimos responsables de su propia salud y la de los demás. 
La OMS, define a la educación en salud,  como una estrategia, dinámica, abierta, que busca  mejorar las condiciones  para el desarrollo  de la calidad de vida y bienestar, implica tomar conciencia del derecho de gozar  de un medio ambiente seguro, saludable a través de un sistema de derechos y responsabilidades, la cual en la universidad será un valor añadido para la mejora de la calidad de vida y el bienestar de la comunidad estudiantil, permitirá formar a los estudiantes como modelos o promotores de conductas saludables en sus familias, en sus futuros entornos laborales, en su comunidad y en la sociedad en general. 
Ante este contexto, se indagó entre los participantes la estructura cognitiva sobre educación en salud que poseen los universitarios, no con el propósito de conocer la cantidad de información que manejan  si no los conceptos y proposiciones. Al respecto, 64% de los participantes refieren haber recibido algunas orientaciones sobre el cuidado de la salud tanto en la familia como en la escuela, pero, consideran que éstas fueron  incompletas, fraccionadas, confusas, y 20% lo califican como nula. Solo 16% considera haber  recibido un conocimiento básico completo sobre cómo cuidar la salud. Este último grupo se asume que en su mayoría son hijos de profesionales de la salud, profesores, etc.,  quienes  les han inculcado ese conocimiento. Esto permitió seguir ahondando en las demandas de educación en salud, ante lo cual el 100% (490) de estudiantes universitarios participantes reconocen la necesidad y manifiestan interés de  inclusión en su plan de estudios la educación en salud, y sugieren que se dé ésta en un curso modular obligatorio en modalidad virtual B-Leerning.
En tal sentido se basa nuestra propuesta de  educación en salud en el ámbito universitario, utilizando modalidad virtual B-LEARNING, ya que hoy todas las universidades cuentan con campus virtual y herramientas de apoyo basadas en Internet57, por lo tanto esta modalidad es una de las posibilidades para el desarrollo de la propuesta, referente a la prevención y promoción de la salud. 
La práctica de la promoción y educación para la salud exige un reconocimiento y asunción del papel que juegan los diferentes profesionales socio sanitarios implicados en su desarrollo, como anteriormente se ha mencionado. Aquí juega un papel protagónico la enfermera, ya que ésta considerada en su perfil profesional la promoción de la salud en pro del desarrollo de estilos de vida saludable, en el ámbito personal, familiar y comunitario, a través de intervenciones sustentadas en teorías de enfermería. Además las  concepciones y modelos de la promoción y educación para la salud son conocidas por las enfermeras y aún poco conocidas por el resto de profesionales socio-sanitarios en quienes existe confusiones con modelos o enfoques médico-preventivos44.

Por las razones expuestas la profesional de enfermería es la llamada a liderar el equipo multidisciplinario que promueva la promoción de educación para la salud en el ámbito universitario. Según el enfoque holístico los universitarios como seres humanos integrales pertenecen a una cultura particular, de acuerdo a su procedencia tienen creencias, valores, símbolos, estilos de vida, formas de cuidar su salud, aprendidos, practicados y generalmente transmitidos de generación a generación cómo normas de comportamiento en su vida, de ahí tenemos 24 % de participantes acuden al curandero, tienen creencias populares como el mal de ojo, el susto, los hechizos  (brujería), etc. De hecho, los universitarios pertenecen a una cultura particular, por lo tanto necesitan un cuidado transcultural, tal como exhorta Leininger  a las enfermeras, cuidar  de las personas de culturas diferentes requiere conocimiento, y aptitud; además el cuidado es inherente a la enfermería como disciplina social.
                                                    DESARROLLO DE LA PROPUESTA
Introducción 
La promoción y educación para la salud deben responder de forma coherente a las diferentes necesidades de salud que se plantean en las sociedades desarrolladas. Para abordarlas las áreas de intervención prioritarias se han tomado en cuenta lo siguiente: problemas de salud, estilos de vida, crecimiento y desarrollo humano, salud ocupacional, y las estrategias institucionales.

Estas áreas de intervención van a condicionar los objetivos y planteamientos de la formación, ya que son necesarios los conocimientos, las actitudes y habilidades para comprender y abordar estas necesidades en salud y los factores relacionados.

Algunas necesidades de salud y áreas de intervención a afrontar desde la educación y promoción de salud están planteados  en  los objetivos de salud para todos en el siglo XXI: Garantizar la equidad, mejorar la salud en las diferentes etapas del desarrollo humano, prevenir y controlar las enfermedades y los accidentes, desarrollar estrategias de salud intersectoriales, orientar el sector sanitario hacia los resultados de salud, establecer políticas y mecanismos de gestión del cambio. 38.   
 La educación para la salud es universal, y está respaldada por  organismos internacionales que han celebrado distintas conferencias a nivel mundial sobre el tema de la promoción y educación para la salud así tenemos: la primera conferencia internacional de promoción de la salud celebrada en Ottawa, Canadá. 48 1,986. La segunda conferencia internacional en ADELAIDE 1,988. La Tercera conferencia internacional Suecia 1992, La IV conferencia Internacional en Yakarta, Indonesia, 1997”. V conferencia mundial “promoción de la salud: hacia una mayor equidad”, México, 2000; También tenemos el proyecto de implementación de  la promoción de universidades saludables, aprobado  según resolución ministerial N° 968-2010/MINSA, por La Dirección General de promoción de la salud en las universidades, así como para el fortalecimiento de iniciativas que contribuya a la generación de la cultura de salud, conservación del ambiente y al mejoramiento de la calidad de vida de la comunidad universitaria.62  
En el contexto legislativo  peruano, son también claras las referencias a la educación y promoción de salud. La Constitución reconoce el derecho a la protección de la salud y establece que los poderes públicos fomentarán la educación sanitaria.63.
La ley general de salud 26842, disposiciones complementarias transitorias y finales en el título pre eliminar  del I, VI, menciona sobre la salud de las personas, y específicamente el Artículo 14, dice toda persona tiene el derecho de participar individual o asociadamente en programas de promoción y mejoramiento de la salud individual o colectiva. (Educación para la salud) 63.
       6,1. Plan de Estudios.
La propuesta considera el desarrollo   de un curso modular teórico-práctico obligatorio modalidad B-Eleernig

Curso modular teórico-práctico  de educación en salud, desarrollo de 4 módulos dirigidas a todas  las carreras profesionales, Este conocimiento será reforzado por las actividades siguientes:
  Salud-prevención y autocuidado: consejería. Dirigido a desarrollar
actividades de consejería con los estudiantes que acuden a una consulta profesional para plantear una demanda o buscar solución intervención breve realizada, habitualmente, aprovechando una oportunidad a determinados problemas. Es atención individualizada, para ello se debe contar con un consultorio de enfermería institucional, dada la coyuntura mediática, en la que la enfermera puede dirigir consultorios de actividades preventivo-promocionales.
Etapas de la vida y su transición. Conocimiento de las etapas del crecimiento y desarrollo humano, riesgos y cuidado en cada una de ellas.
Estilos de vida. Desarrollo de actividades tendientes hacia la elección de Opciones saludables.
Salud colectiva. Intervenciones programadas dirigidas a un grupo homogéneo
 de estudiantes con la finalidad de mejorar su competencia para abordar
determinados problemas de salud. También se contemplan las intervenciones
 dirigidas a colectivos de la comunidad universitaria, desarrollando talleres, cursos o sesiones para concienciar sobre los  factores sociales, políticos y ambientales que
influyen sobre la salud.
Información y comunicación: incluye la elaboración y utilización de
distintos instrumentos de información (folletos, carteles, murales, cómicos,
grabaciones, calendarios...) y la participación en los medios de comunicación
 (prensa, radio, TV, internet) especialmente de carácter local.
Acción y dinamización social: para el desarrollo de la  comunidad estudiantil,
 conformando redes de trabajo cooperativo, alianzas y plataformas con grupos de
las diferentes carreras profesionales de la universidad.
Medidas de abogacía por la salud en la promoción de salud en el
ámbito universitario: para el desarrollo de estrategias dentro de la institución
 de manera que  se comprometa a todos los estamentos institucionales,
modificaciones organizativas de los servicios y puesta en marcha de medidas
normativas, económicas y/o técnico-administrativas.
 Tomado y Adaptado de. Promoción y educación para la salud,  Ministerio de Sanidad  e Igualdad España, 2010
                       6.2.1. Descripción del Curso Modular
 Modulo I: Problemas de  salud- prevención y auto-cuidado Módulo II: Etapas de crecimiento y desarrollo humano. Módulo III: estilos de vida, Módulo IV. Salud ocupacional    


Módulos
Áreas de Intervención
Enfoque desde la Promoción de la Salud

Modulo I



Problemas de 
Salud- prevención y autocuidado.
Auto conocimiento y exploración del cuerpo
 Cuidado de órganos y
 sistemas del cuerpo humano
Derechos y deberes de las personas con respecto al cuidado de salud.
Enfermedades crónicas no trasmisibles y factores de riesgo.
Discapacidades
Atención centrada en la calidad  de
vida.

Educación de las personas centrada
 en sus expectativas, creencias y valores dirigida a la asunción  de
decisiones responsables.

Oferta de recursos y calidad de
servicios
Módulo II
Etapas de vida y su transición: riesgos y cuidado.

Ø  Familia y comunidad
Ø  Infancia,  adolescencia y juventud
Ø  Enamoramiento-matrimonio
Ø   Envejecimiento
Ø  Cuidado de personas dependientes: niños y ancianos.
Ø  igualdad de género y Equidad
Ø  derecho de las Mujeres y empoderamiento.
Autoestima. Y autocuidado
Ø  Favorecer las condiciones para el desarrollo de la identidad personal y
el proyecto de vida
Ø  Oferta de recursos y servicios
Ø  Modelos socioculturales favorables
Ø  Desarrollar habilidades personales y sociales: afrontamiento de problemas, manejo de emociones, comunicación
Facilitar el acceso a las personas y grupos de la institución que lo necesiten y soliciten la capacitación

Módulo III
Estilos de vida
.



  
Ø Principios de Alimentación y
 nutrición saludable

Ø Ambientes favorables
Ø Recreación y ocio
Ø Actividad física
Ø Sexualidad: ETS, VIH/SIDA Embarazo no deseado. Paternidad responsable
Ø Tabaco, alcohol, drogas: factores de riego. y otras
Ø Estrés
Ø Reposo y sueño.
Ø  Creencias y costumbres sobre salud

Ø Promover comportamientos
Ø saludables y  auto cuidado de la
Ø salud.
Ø Facilitar opciones saludables más fáciles de tomar: educación sexual y afectiva


Ø Modelos socioculturales favorables

Módulo IV
Salud colectiva.
Ø Aspectos legales de seguridad en el trabajo.
Ø Medio ambiente, responsabilidades.
Ø Ergonomía.
Ø Salud ocupacional y seguridad en el trabajo.
Ø preparación y respuestas  ante  emergencias
Ø humano-máquina –ambiente

Estrategias institucionales
Ø Entornos saludables
Ø Escenarios promotores de salud

Ø Cuidado y protección del medio ambiente.
Ø Facilitar la coordinación
Ø institucional y el trabajo multidisciplinario.

          Ética y valores como  ejes trasversales

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